jueves, 18 de agosto de 2011

Iba yo de peregrino...

Estos días viajar en metro es diferente: más colorido, más oloroso, más sonoro, más agobiante, más alegre... y más católico. ¿De dónde ha salido toda esta gente? Lo único que sabemos es a qué han venido: a ver al Papa.

Se respira un ambiente diferente, mezcla de mundial de fútbol y concierto de Justin Bieber: atuendo para la ocasión, canciones que todos entonan orgullosos y banderas, muchas banderas... No es fácil percibir la diferencia con los hinchas futboleros o las fans enloquecidas de cualquier grupo adolescente.. De hecho, no me extrañaría que algún despistado preguntara "¿Y qué canta ese tal Benedicto?", y que algún otro contestara "Iba yo de peregrino y me cogiste de la mano".

Está de moda criticar, y para ser "progre" es requisito indispensable indignarse ante la venida del Papa. Pero no es coherente que la misma gente que llama frikie a cualquiera de estos chavales, se pase horas esperando para entrar a un concierto, compre camisetas de ACDC, conozcan todas sus canciones y les sigan allá donde vaya. Todo me suena tan parecido...

No voy a gritar entusiasmada "Viva el Papa", son muchas las cosas que no comparto con este tema. Pero estos días veo a mucha gente feliz, y no voy a ser yo quien lo critique.